Wednesday, November 16, 2005

PONENCIA

PONENCIA

COLEGIO DE ARQUITECTOS DELEGACIÓN VALPARAÍSO

UNA REFLEXIÓN EN TORNO A LAS POLÍTICAS PÚBLICAS QUE ENFRENTAN EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA EN CHILE

Arquitecto profesor: Carlos Martínez Corbella
Arquitecto colaborador: Sótero Apablaza Minchel


XIX Congreso Nacional de Arquitectos

Chile 2005
HIPOTESIS.

1°- El problema de la vivienda – en todo el mundo – es fundamentalmente político y no profesional.

2°- En el problema de la vivienda, lo más urgente es el déficit de viviendas de interés social.

3°- Los problemas chilenos en la producción de viviendas de interés social, responden a una Política Habitacional, la que corresponde a las políticas públicas nacionales y a defectos profesionales interdisciplinarios que son solucionables con cualquiera que sea la Política Habitacional. Los problemas profesionales tienen su origen en un alto porcentaje, en el tipo de modelo social que nos rige.
REFLEXIÓN.

4° Para solucionar los problemas profesionales interdisciplinarios, será necesario que los diferentes Colegios funcionen como antes, teniendo a todos los profesionales en su seno, controlándolos, en especial éticamente, discutiendo su actuar en este asunto de la producción de las viviendas de interés social y, por último, que haya una coordinación inter Colegios.

5° Todas estas reflexiones acarrean soluciones de bastantes dificultades, pero si no se intentan estas y otras, creemos que los problemas de la producción de viviendas y, sobre todo, de las viviendas de interés social, van a continuar. Las características socio económicas del modelo de sociedad, asunto eminentemente político, influyen fundamentalmente en los diferentes aspectos de la cultura (1) de un pueblo, ya sea de una región o de un país, según sus tamaños geográficos, humanos. A mi juicio, esta situación es valida cualquiera sea el modelo de sociedad de que se trate.

En el caso de Chile, su modelo político de sociedad – estemos de acuerdo o total o parcialmente en desacuerdo con él - influye en forma esencial en los diferentes factores de la cultura de sus pueblos y, en el caso nuestro de las arquitecturas (2) - uno más de los muchos aspectos de la cultura de los seres humanos – ha dado origen a una Política Habitacional y, en ella, a las directivas que rigen la producción de las viviendas de interés social. Esto es válido tanto en lo que se refiere a reparar o rehacer las ya edificadas, tanto a la producción en los próximos años, producción que debiera ser muy diferente – en todas sus partes – a lo que se hace en la actualidad.[1]
En un libro que escribimos, por allá por el año 96 con un matemático experto en metodología de la investigación (“Investigación y Arquitectura”)…., haciendo una comparación entre los grandes momentos del método científico y el proceso de la arquitectura, llegamos a la conclusión de que el diseño es la hipótesis, la edificación, la contrastación y el uso la demostración que acepta o rechaza la hipótesis. Es decir, todo el proceso de la arquitectura puede tener partes buenas y partes malas, o todo malo o todo bueno. La idea es que debe terminar en una habitabilidad apropiada al tiempo y al lugar. En otras palabras, en un uso de los espacios internos y externos que permitan a la familia una vida buena, adecuada al tiempo y al lugar. Lo entendemos como una vida buena en la vivienda, en el conjunto habitacional, en el barrio y en la ciudad. ¡Esa sería una habitabilidad aceptable, sin discriminación humana, sin segregación física, tomando en cuenta la cultura y el contexto del barrio y la ciudad!.

Los diferentes profesionales que actúan en este proceso productivo, lo hacen en función de los principios de la Política Habitacional, la que a su vez recoge, en este sector de la arquitectura, los principios políticos públicos que establece el modelo social que nos rige. Eso es lo básico. Sus capacidades profesionales no están en duda, salvo excepciones, son todos perfectamente capaces de ejercer sus especialidades, sólo que las condiciones políticas orientan, prohíben y permiten su actuar, modelan su conciencia ciudadana y profesional, como las elites directivas lo establecen.

Siendo bueno para unos y malo para otros, nuestro modelo social contiene principios malos reconocidos ampliamente por diferentes sectores políticos de derecha e izquierda , todos los cuales afectan a muchos aspectos de nuestra cultura, entre ellos a la producción y uso de la vivienda, en especial a las viviendas de interés social. Pese a los muchos cambios introducidos por los poderes públicos de la post dictadura, en el modelo político de sociedad (“aspirinas” los llaman muchos) siguen penando en él las profundas transformaciones que introdujo la dictadura militar en sus 17 años de gobierno.

Desde luego, la definición de vivienda que entraña un feroz RETROCESO al DERECHO DE LA VIVIENDA, reconocido por las NN. UU., por muchos países del mundo y por muchos de los Presidentes anteriores. Dice la definición actual que “ la vivienda es un bien que se adquiere con el esfuerzo y ahorro de la familia”, pero el ministro del MINVU, en el año 2001 le expresó a los periodistas “ el primer y segundo quintil no tienen capacidad de ahorro ni de endeudamiento. Es la gente que vive en los campamentos y los allegados”.

También la dictadura militar, hace ya muchos años, modificó las estructuras existentes en la producción urbana y arquitectónica de las viviendas de interés social, ante lo cual nuestro Colegio de Arquitectos de Chile sacó una declaración pública que, entre varias cuestiones, pide “ formular un NUEVO MARCO INSTITUCIONAL, redefiniendo el rol del MINVU, SERVIU, MOP y Municipalidades en una nueva gestión…” Es decir, pide poner en discusión el actual marco institucional, lo que no quiere decir volver al antiguo. Es necesario discutir democráticamente el asunto.

En su declaración, nuestro Colegio también dice “que no se puede separar la producción de viviendas sociales del contexto urbano donde se localizan”. Esta afirmación plantea el tema de LA CIUDAD, donde los conjuntos de viviendas sociales son segregados, ocupando su lugar en terrenos que no obedecen a un estudio serio de las urbes.
Todo esto, y muchas cosas más, se hacen pensando en el lucro que se obtendrá de este negocio de la producción de viviendas de interés social, arguyendo el Estado escasez de dinero, y dejando de lado al SER HUMANO, condenando a la familia habitante, en un acto gravemente discriminatorio, a una habitabilidad que investigaciones universitarias han calificado de mala a regular.

Definición fuera de nuestra realidad, estructura de la producción muy discutida, pocos, casi ningún estudio de la ciudades y postergación de la idea del ser humano por la idea del dinero, son algunos de los principios vigentes en este modelo político de sociedad, que afectan seriamente a la cultura arquitectónica de interés social y, sin duda, a sus actores principales.

Este año, en el libro “Balance de la vivienda en Chile”, de la Cámara Chilena de la Construcción, se calculó los “requerimientos habitacionales de interés social” (textual) en 600.174 unidades subsidiadas, en los deciles I al VI ( del 1° al 3° quintil, el 60% de la población) A ello se habría que agregar el déficit cualitativo de las ya edificadas, las que en la década pasada sumaban aproximadamente 1.000.000 de unidades, de las cuales un % importante eran de una calidad muy discutible las que exigen; en estos y en los próximos momentos, una reparación ¡cuando sean reparables! En los deciles VII al X, calculan 151.206 viviendas, es decir, un 25% financiado totalmente por el privado, en casas para los sectores solventes de la población (el 40%).

La Cámara calcula, finalmente, el siguiente déficit para este año:

* 600.174 viviendas subsidiadas (deciles I al VI)
151.206 viviendas no subsidiadas (deciles VII al X)
751.380 viviendas en total

Si según el censo del 2002, el parque habitacional aceptable es de 3.748.100 viviendas, tenemos también el siguiente cuadro:

84.672 nuevos hogares (CELADE 2005)
37.481 viviendas degradadas por año (1% del parque)
7.496 viviendas afectadas por catástrofes naturales (el 2% del parque; cantidad arbitraria)
129.649 viviendas construidas anualmente, evitar aumento del déficit de arrastre.

Tales cifras en este cuadro, son válidas para todas las viviendas, subsidiadas y no subsidiadas, digamos claramente, para el problema de la vivienda chilena. Como aproximadamente en nuestro país un 25% corresponde a la producción de viviendas para los deciles más solventes, del VII al X, del déficit total saquemos ese 25% y quedan, los quintiles menos solventes, esta cantidad:
129.649
32.412 al 25% de los deciles VII al X
97.237 viviendas subsidiadas producidas anualmente y no aumente el déficit de arrastre.

( La fuente es una elaboración propia de la Cámara, en base a la encuesta CASEN 2003 – Mideplan).

Tenemos, también, datos de la América Latina, de los años1995 al 2001, de algunos de sus países, lo que nos da una idea de la gravedad del problema continental, donde Chile aparece en teoría bien dispuesto pero, en la práctica, sus buenos esfuerzos analizados profesionalmente dejan muchos asuntos arquitectónicos a medio resolver o, decididamente, sin resolver.

N° Pais Fecha Déficit cuantitativo Déficit cualitativo Total (5)

1 Argentina 1997 3.575.479 831.407 4.406.886

2 Bolivia 1999 34,5 hogares 48,5 hogares 83% sin datos

3 Brasil 2000 6.656.526 sin datos 6.656.526

4 Cuba 1999 sin datos 28% hogares sin datos

5 Costa Rica 2000 sin datos sin datos 157.346

6 Ecuador 2001 350.000 500.000 850.000

7 El Salvador 1999 42.817 511.507 554.324

8 Guatemala 1995 343.000 1.047.000 1.390.000

9 Honduras 2000 sin datos sin datos 700.000

10 México 2000 1.811.500 2.480.000 4.291.000

11 Nicaragua 2000 sin datos sin datos 450.000

12 Panamá 1999 sin datos sin datos 187.000

13 Paraguay 1997-98 339.500 439.000 778.000

14 Perú 2000 326.000 907.000 1.233.000

15 R. Dominicana 1998 56.227 467.170 523.397

16 Uruguay 1996 60.000 180.000 240.000

16 países 1995 – 2001 22.417.479
Sin Bolivia y Cuba, es decir, 14 países

5 CEPAL:”América Latina. Información y herramientas sociodemográficas para analizar y atender el déficit habitacional”. Santiago de Chile.


Según estos datos de la CEPAL, los que no creo que sean hoy, ni en ese momento, muy precisos, y faltando en algunos casos el déficit cualitativo, nos da un total de 22.417.479 viviendas que faltan – la mayoría – y una cierta cantidad en malas condiciones cualitativas. Considerando una media familiar de 5 personas (lo que en América Latina puede ser más) tenemos que en 14 países (sin Chile) viven sin vivienda o con viviendas en mal estado, un total de 112.087.395 personas. Si tomamos a todos los países de América Latina ¿Cuantos serían?

El que el problema de la vivienda, y en él problema de la vivienda de interés social, sea fundamentalmente un problema político, no entraña la idea de que nuestros profesionales no sean capaces de realizar en buena forma sus especialidades. Al contrario, salvo pequeñas excepciones, los profesionales en este país conocen muy bien sus diversos quehaceres. Entonces ¿por qué la crisis de calidad y de habitabilidad de la vivienda de interés social?.

Nuestro modelo de sociedad – aspecto político en el buen sentido de la palabra política – es hijo de la dictadura militar, que los sucesivos gobiernos post – dictadura no han querido o no han podido modificar en sus bases, eliminando la represión salvaje, es cierto, pero manteniendo lo fundamental del modelo político de sociedad y haciendo cambios que no cambien la esencia (cambios a “lo gatopardo”).

Los profesionales, técnicos, obreros y habitantes deben actuar en este modelo y, lo que es peor, según los valores humanos y directivas técnicas que el plantea, asunto de sobra conocido, por lo cual no lo repetiremos. Unos partidarios del modelo, otros contrarios, la mayoría indiferentes y muy mal informados, pero la crisis en el caso de la viviendas de interés social, aceptada por la mayoría, existe y están ahí los resultados.

Si esta crisis en este proceso productivo no fuera de origen político, significaría que todos ellos, empezando por los profesionales, serían o corruptos, y/o incapaces, y/o ignorantes, lo que no es así en su gran mayoría.

Pensando en los profesionales, pienso en mis colegas arquitectos y en este Congreso Nacional, al que le planteo los puntos 4 y 5 de la reflexión, que no pasan de ser reflexiones para el futuro, las que se podrían resumir así:

* Que los colegios – y pienso en el nuestro – tengan una inscripción obligatoria si se quiere ejercer – como era antes de la dictadura – controlando profesionalmente en forma integral a los arquitectos.
· Que exista una discusión inter Colegios sobre asuntos en que actúan juntos, uno de los cuales es la producción de viviendas de interés social.
· Aprovechar esta elección presidencial para preguntarle en todos los eventos nacionales, regionales y comunales a los candidatos y sus equipos de trabajo:
· ¿Cuál es la propuesta que tienen para resolver los problemas aquí planteados?
¿Qué propuesta tienen para llegar al bicentenario o al 2020 con este problema resuelto?


Valparaíso, Octubre de 2005.


[1] Cultura: según el diccionario de la R.A.E. es el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época o grupo social, etc. Por cultura popular entiende que es el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo.
2 Por el “proceso de la arquitectura”, entendemos la planificación y gestión, el diseño urbanístico y
arquitectónico, el proyecto de edificación, la distribución y el uso, en sus partes fundamentales.

Tuesday, November 15, 2005

INVITACION

JUAN RIQUELME ZUCCHET, rector de la U. de Valparaíso y NELSON MORGADO LARRAÑAGA, presidente del Colegio de Arquitectos de la V Región, tienen el agrado de invitar a Ud. al lanzamiento de los libros de los profesores arquitectos Carlos Martínez Corbella y Alfredo Rodríguez Arranz titulados:
“Habitabilidad mínima apropiada en la viviendas de interés social de las comunas de Valparaíso y Viña del Mar”, y
“Los con techo. Un desafío para la política de vivienda social”.

Este acto se llevará a efecto el 30 de noviembre a las 18 horas en la sala “El Farol” de la U. de Valparaíso, ubicada en la calle Blanco 1113 de Valparaíso.

Estos libros serán presentados por Juan Sabbagh Pisano, presidente nacional del Colegio de Arquitectos de Chile.

Noviembre de 2005
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